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CorsoShiatsu04

Entre los varios estilos, un lugar importante pertenece al zen shiatsu elaborado por Shizuto Masunaga, quien en 1968 fundó su propia escuela (Iokai Shiatsu Center), para diferenciarse de Namikoshi, según él también ligado a una visión puramente anatómica y fisiológica de realidad y de la salud humana. Es una práctica inspirada en el taoísmo, que vincula el shiatsu a la tradición de la medicina oriental y se basa en el tratamiento de los meridianos energéticos y en la evaluación energética del abdomen y la espalda. Entre las características distintivas del Zen Shiatsu destacamos el concepto de “soporte” aplicado a la presión bimanual, el uso de las categorías vacío/lleno, la presión ejercida con el apoyo del peso del cuerpo graduado y modulado a través de la uso del baricentro del operador (hara), así como autoestiramiento (makko-ho) para reequilibrar el estado de energía rápidamente y sin la ayuda del terapeuta.
Zen Shiatsu está reconocido y regulado por la Ley N° 4/2013

Zen Shiatsu es un tratamiento manual que se realiza mediante presiones particulares realizadas con el pulgar, el codo, la rodilla y la palma de la mano y con la ayuda de otras técnicas, como estiramientos de músculos y tendones.

Mal llamado “masaje”, podemos considerar al Zen Shiatsu como un arte oriental con raíces muy antiguas que permite mantener la salud y estimular el flujo de energía vital.
Un principio básico es el del flujo de ki (energía) dentro del cuerpo.
El KI fluye a lo largo de doce canales principales llamados “meridianos”, nutriendo y armonizando nuestro ser. Cuando se perturba este deslizamiento, se producen dolencias o enfermedades.
El restablecimiento de esta alteración se realiza mediante la presión adecuada a lo largo de los recorridos de los meridianos, trayendo bienestar a todo el organismo.
Zen Shiatsu por lo tanto tiene una teoría amplia que incluye modelos orientales y occidentales relacionados con la enfermedad y el tratamiento, considera al receptor como un todo, siguiendo la visión más antigua de la tradición médica china. A través del tratamiento el practicante actúa sobre la mente, el cuerpo, el espíritu y las emociones del cliente.
La belleza de esta práctica, especialmente para nosotros los occidentales, deriva de esta unión explícita de la psicología y la fisiología humana en la teoría del ki, una práctica que ayuda a la necesidad existente en nuestra cultura, de restaurar la totalidad e integridad de nuestro “Ser fragmentado”.

Zen Shiatsu se recomienda para:

reducir la tensión muscular y del tejido conectivo;
fortalecer los órganos internos y mejorar la circulación sanguínea y linfática favoreciendo el correcto drenaje de líquidos;
aliviar los síntomas dolorosos en caso de dolores de cabeza, cuello, espalda y afecciones articulares;
mejorar la movilidad de todo el cuerpo;
fortalecer las funciones neurológicas;
aliviar las condiciones degenerativas asociadas con el proceso de envejecimiento y la menopausia;
en el acompañamiento del embarazo, lactancia y posparto;
combatir el insomnio y el estrés;
promover la paz interior y el bienestar mental.
Un tratamiento Zen Shiatsu dura unos 70 minutos y no tiene contraindicaciones. El destinatario debe llevar ropa cómoda.


“Es un gran privilegio tocar a otro ser humano, recordarle su belleza con el tacto, poner una mano al borde de la vida y llamarla hogar. El prodigio del contacto es el prodigio de la bondad humana. La mano no es más que la extensión de una persona que toca a otra persona. Dar la mano es como dar la vida, la palabra, la promesa, la bendición.
Es un regalo de lo más precioso, como el perdón y la compasión”.

(Dianne Connelly)