La visión del Ser Humano visto como una unidad inseparable pertenece a culturas milenarias como la china y está en la base de una visión médica a la que la ciencia occidental poco a poco va dando crédito, después de tanto escepticismo.
Estudios realizados en el campo de las neurociencias así lo demuestran, en disciplinas como la (PNEI) ciencia que estudia las relaciones bidireccionales entre la psique y los sistemas biológicos y las interacciones entre los sistemas nervioso central, endocrino e inmunológico.
Por lo tanto, la mente influye en el cuerpo, pero también ocurre lo contrario en virtud de complejos mecanismos hormonales y nerviosos. Una posible interpretación proviene de estudios cada vez más profundos del sistema nervioso neurovegetativo, en este sentido un referente muy importante es sin duda la Teoría Polivagal del neurofisiólogo Stephen Porges (2014).
Por lo tanto, podemos decir que un pensamiento, una emoción pueden influir en la postura de nuestro cuerpo, y de manera especular la postura de nuestro cuerpo puede influir en nuestras emociones y nuestros pensamientos.
El ser humano es una unidad inseparable en todas sus partes, corporal, emocional e intelectual integro en un sistema que debe ser de perfecta colaboración, los esquemas mental, emocional y motor interactúan.
Aquí, encontrar un equilibrio armónico en el cambio continuo que conforma nuestra vida puede pasar de mejorar nuestro estado psicofísico, cuando nos ponemos como meta cambiar viejos patrones disfuncionales (creencias psicológicas, malos hábitos, emociones dramatizadas).
También podemos lograr este objetivo recuperando el contacto con la sensación percibida (sentido sentido), trayendo conciencia, conciencia y escuchando lo que le sucede a nuestro cuerpo y lo que hacemos cuando estamos en movimiento.
Cuerpo, cerebro y emociones trabajan en constante sinergia estructural y química.
La mejor conservación de nuestro cuerpo ocurre cuando esta sinergia es buena, logrando así que el cerebro pueda interactuar con el mundo exterior del cual toma información, aumentando la misma dentro de sus funciones.
Por lo tanto, escucharse a sí mismo es fundamental para poder ayudarse a sí mismo. El cuerpo es una maravillosa herramienta de acción y comunicación.
La conexión CUERPO-MENTE-EMOCIONES es la forma en que el cuerpo se sitúa en el medio que le rodea, relacionándose con él a partir de las distintas situaciones. Esta capacidad de expresarse se llama POSTURA.
Nuestra postura nos habla de nuestro estado interior y de nuestra salud, trabajar tu cuerpo puede convertirse en el camino de un viaje de crecimiento personal.
El cambio (Hua) es el tema fundamental del taoísmo alquímico, sobre todo de la alquimia interior: trabajar sobre uno mismo para iniciar el proceso de transformación (Hua) e incluso de transmutación, por lo que “el oro puede nacer del plomo” cuya naturaleza es incorruptible. El cuerpo humano se convierte en un horno alquímico (o ding), en el que se cultivan los tres tesoros Jing (esencia), Qi (aliento) y Shen (espíritu), con el objetivo de mejorar los aspectos físico, mental y emocional, y posteriormente volver a la unidad primordial del Tao, o convertirse en inmortal.
Caterina Alessani Consejera Gestalt orientada a la mediación corporal. Operador de Shiatsu Profesor de Reiki tel: 620 899 163 – caterina.alessani@gmail.com
