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Según la medicina moderna, la obesidad se debe a un desequilibrio en la ingesta y dispersión de calorías, disfunciones de órganos, desequilibrios hormonales y problemas psicológicos. Si, por un lado, estas consideraciones racionales difícilmente pueden ser refutadas, por otro, cuando uno se enfrenta al problema de tener que tener en cuenta todos los factores enumerados anteriormente, es difícil elegir el camino a seguir.

En la medicina oriental, el tipo de desequilibrio no se determina sobre la base de un análisis científico, sino en una perspectiva holística, que permite una categorización de las condiciones físicas y psicológicas de los sujetos según los meridianos. Reducir peso y tratar una enfermedad son equivalentes y además seguir una dieta significa tener en cuenta toda una serie de factores psicológicos.

En las siguientes páginas se presentan seis tipos básicos de personas con sobrepeso asociados con seis pares de meridianos Yin-Yang. Estos perfiles ilustran los meridianos involucrados e iluminan el camino hacia un mayor bienestar físico y mental.

Tipo A (meridianos de pulmón e intestino grueso)
Este tipo de persona con sobrepeso se caracteriza por una actividad respiratoria insuficiente. Las personas pertenecientes a esta categoría han padecido amigdalitis o infecciones recurrentes del sistema respiratorio en los primeros años de vida, y este sistema, debilitado por frecuentes enfermedades, ha hecho que en muchas ocasiones se haya descuidado la actividad física. En otros casos, estas personas no mostraron interés por los deportes o lo perdieron a una edad temprana. Sin embargo, estas son personas que no tienen muchas oportunidades para hacer ejercicio y rara vez tienen la oportunidad de respirar profundamente. Generalmente estas personas son de tipo tranquilo con tez clara y piel fina con poca transpiración; tienden a evitar los trabajos que requieren cierta fuerza física.
Los músculos de las personas pertenecientes a esta categoría no están muy desarrollados: el cuerpo tiene una apariencia redondeada y la grasa se acumula en partes que generalmente se mantienen delgadas para facilitar el movimiento. Aquellas partes donde la grasa debería eliminarse durante la gimnasia se convierten en depósitos de grasa. Los ejercicios más importantes para estas personas son los que estimulan los pulmones y los meridianos del intestino grueso, porque mejoran la función respiratoria y aumentan las ganas de hacer ejercicio. Además de los ejercicios de meridianos, se recomiendan caminatas rápidas, que luego pueden transformarse en carreras.

Tipo B (meridianos de bazo y estómago)
Lo que caracteriza a una persona perteneciente a esta categoría es su excesiva preocupación por los pequeños detalles, la búsqueda obsesiva de alimento sin tener realmente hambre y nunca estar lleno. Generalmente estas personas son muy nerviosas, comen muy rápido y consumen menos energía de la que almacenan en el organismo en forma de alimentos. Prefieren alimentos dulces y ricos en líquidos; tienen problemas con los eructos, sufren de aerofagia, a menudo se quejan de tensión en los hombros y dolor en las rodillas. La grasa en estas personas tiende a acumularse en el pecho, el estómago y las piernas, pero la piel de los brazos y las piernas tiende a permanecer seca y áspera.
Las personas en esta categoría a menudo se vuelven diabéticas, pero dado que rara vez se trata de diabetes mellitus*, las inyecciones de insulina y las restricciones dietéticas solo parecen disminuir su energía. Dado que este tipo de persona tiende a preocuparse en exceso, la diabetes solo exagera el problema. Por lo tanto, en lugar de imponer severas restricciones en su dieta, es mejor pedirles a estas personas que reduzcan la cantidad de alimentos que comen y que los mastiquen bien. La recuperación es mucho más rápida cuando estos consejos van acompañados de una fuerte dosis de ejercicio, especialmente ejercicio que estimula los meridianos del bazo y el hígado.

  • La diabetes mellitus es un trastorno metabólico causado por una secreción insuficiente de insulina. Los principales síntomas son: sed, hambre y poliuria, así como la presencia de glucosa en sangre y orina.

Tipo C (meridianos del corazón y del intestino delgado)
Los que pertenecen a esta categoría tienen demasiado autocontrol y no expresan sus sentimientos. Suele ser ajustado y muy formal. Las personas de este tipo parecen estar ocupadas todo el tiempo, a menudo sintiendo un poco de fiebre y sudoración en las palmas de las manos, mientras que la parte inferior del cuerpo se enfría con facilidad. También sufren dolor lumbar y pesadez en las piernas. Son muchos los que pertenecen a esta categoría, especialmente entre las personas del sexo femenino; las mujeres en particular sufren de problemas ginecológicos y tienen períodos irregulares. La tendencia a tener frío hace que se produzca mucho aumento de peso con la edad

se aleja aún más de la fuente del dolor SEPARARSE DEL CUERPO negar el asiento del dolor para detener el daño.

Este proceso de negación se estructura en el cuerpo, que lleva en sí mismo el movimiento y el sentimiento alienado y también el proceso por el cual el Ego se desautoriza, es decir, la tensión que lo excluye de la conciencia y la expresión.
Los métodos que hacen posible la negación de partes del yo son:

la desensibilización de las sensaciones corporales (yo-sensorial).
Inhibición de ciertos movimientos (automotor).
La sustracción del ego de la experiencia corporal (proyección corporal).
La contracción prolongada, que es una forma de amortiguar y amortiguar físicamente las sensaciones corporales, cuando se sienten, de esta manera también puede excluir las emociones y los sentimientos de la percepción.

En los casos donde la percepción del sentimiento aún está presente lo que se inhibe es la expresión de este, a través de un mecanismo de bloqueo de la emoción y el movimiento, de esta forma se desestima la función del yo motor que nos permite expresar sentimientos, manipular y transformar el entorno y relacionarnos con los demás, crear y modular límites defendiendo así nuestra integridad orgánica.
Si el acto de extender los brazos en busca de un contacto para satisfacer la necesidad de Amor es rechazado o criticado, los músculos de los brazos y del pecho se tensarán en oposición a este impulso.
Se evitará cualquier tipo de expresión emocional, llanto, enfado, alegría si se critica o ataca y así todos aquellos movimientos que impliquen su expresión. Pueden volverse inaccesibles hasta el punto en que se perciben como extraños y amenazantes para el sentido de uno mismo. Es posible a través de la proyección del cuerpo perder el contacto con este hasta el punto de percibirlo como un objeto.
Es como si se produjera una especie de separación entre la experiencia del cuerpo y la experiencia del yo.

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